La importancia de la activación y el recojo de saberes previos en la educación básica
En el ámbito educativo, la activación y el recojo de saberes previos son estrategias fundamentales para promover un aprendizaje significativo y construir sobre los conocimientos y experiencias previas de los estudiantes. Estas prácticas, que se aplican en el contexto de la educación básica, permiten establecer una base sólida sobre la cual los alumnos pueden construir nuevos aprendizajes y conectar con el mundo que los rodea. En el presente artículo, exploraremos la importancia de la activación y el recojo de saberes previos en la educación básica, así como algunas estrategias efectivas para su implementación.
¿Qué son los saberes previos?
Los saberes previos, también conocidos como conocimientos previos o conocimientos previos del estudiante, son el conjunto de experiencias, conocimientos, creencias y habilidades que los estudiantes poseen antes de enfrentarse a una nueva situación de aprendizaje. Estos saberes pueden estar relacionados con la vida cotidiana, experiencias previas en el aula, lecturas, películas, viajes u otros contextos que han influido en la formación de cada individuo.
Importancia de la activación de saberes previos.
La activación de saberes previos es el proceso de recordar y poner en funcionamiento los conocimientos y experiencias previas relevantes al nuevo contenido que se va a aprender. Este paso es esencial porque permite a los estudiantes establecer conexiones entre lo que ya saben y lo que están a punto de aprender. Al activar los saberes previos, se crea un puente cognitivo que facilita la comprensión, retención y transferencia de nuevos conocimientos.
La activación de saberes previos también puede despertar el interés y la motivación de los estudiantes al proporcionarles un punto de partida familiar y significativo para el aprendizaje. Al relacionar los nuevos conceptos con su vida diaria o experiencias previas, los estudiantes se sienten más involucrados y conectados emocionalmente con el tema, lo que a su vez favorece un mayor grado de atención y participación en el proceso educativo.
Estrategias para la activación de saberes previos
Existen diversas estrategias efectivas para activar los saberes previos de los estudiantes en el aula. A continuación, presentamos algunas de ellas:
1. Lluvia de ideas:
Esta técnica consiste en hacer preguntas abiertas o plantear un problema relacionado con el tema a tratar, y permitir que los estudiantes compartan sus ideas libremente. Esto les brinda la oportunidad de expresar sus conocimientos y experiencias previas, así como de generar discusiones y reflexiones en grupo.
2. Mapas conceptuales:
Los mapas conceptuales son herramientas visuales que ayudan a organizar y representar gráficamente las relaciones entre los conceptos. Al iniciar una nueva unidad, se puede pedir a los estudiantes que construyan un mapa conceptual sobre el tema, identificando conceptos clave y estableciendo conexiones con sus conocimientos previos.
3. Actividades prácticas:
Realizar actividades prácticas o experimentos relacionados con el tema a tratar permite a los estudiantes aplicar sus conocimientos previos en situaciones reales. Esto les permite poner a prueba sus ideas, corregir posibles errores y construir nuevos aprendizajes sobre la base de sus experiencias prácticas.
Recojo de saberes previos
Una vez que se ha activado los saberes previos, es importante realizar un proceso de recojo de información para identificar las ideas, concepciones erróneas o lagunas de conocimiento que los estudiantes puedan tener sobre el tema en cuestión. Esto permitirá al docente ajustar su enseñanza y adaptar las actividades de aprendizaje de manera más precisa.
El recojo de saberes previos se puede llevar a cabo mediante diversas estrategias, como:
1. Cuestionarios o encuestas:
Elaborar cuestionarios breves con preguntas relacionadas con el tema a tratar permite al docente obtener información sobre los conocimientos previos de los estudiantes. Estas preguntas pueden ser de opción múltiple, verdadero/falso o abiertas, y ayudarán a identificar posibles concepciones erróneas o lagunas de conocimiento.
2. Discusiones en grupo:
Fomentar el diálogo y la discusión en grupo sobre el tema a tratar brinda a los estudiantes la oportunidad de expresar sus ideas y escuchar las de sus compañeros. Estas interacciones permiten identificar y corregir posibles malentendidos o concepciones erróneas, promoviendo un aprendizaje colaborativo y significativo.
3. Trabajos escritos:
Asignar tareas o trabajos escritos relacionados con el tema a tratar puede proporcionar información valiosa sobre los saberes previos de los estudiantes. Al revisar sus producciones escritas, el docente podrá identificar los conocimientos, creencias o ideas previas que tienen los alumnos sobre el tema y adaptar su enseñanza en consecuencia.
En conclusión, la activación y el recojo de saberes previos desempeñan un papel fundamental en la educación básica al permitir a los estudiantes construir nuevos aprendizajes sobre una base sólida. Al activar los saberes previos, se establecen conexiones significativas entre lo que los estudiantes ya saben y lo que están a punto de aprender, lo que facilita la comprensión y retención de nuevos conocimientos. Además, el recojo de saberes previos permite al docente adaptar su enseñanza y abordar posibles concepciones erróneas o lagunas de conocimiento que los estudiantes puedan tener.
En última instancia, la activación y el recojo de saberes previos son estrategias pedagógicas que contribuyen a un aprendizaje más significativo, motivador y conectado con la realidad de los estudiantes. Al construir sobre los cimientos sólidos de los saberes previos, se sientan las bases para un crecimiento intelectual y personal continuo a lo largo de la educación básica y más allá.